Te contamos los beneficios para nuestros estudiantes.
El Modelo Educativo Zola engloba todo nuestro trabajo pedagógico realizado desde hace varios años en los Colegios Zola, y explica la misión, visión y valores que guían a nuestros centros educativos en su experiencia de más de 55 años en el sector. El Modelo se sustenta en cinco pilares fundamentales que nuestra comunidad educativa ya conoce desde hace tiempo y que cada día evolucionan para adaptarse a las necesidades de un mundo cambiante: pensamiento emocional, innovación educativa, internacionalización, responsabilidad y creatividad. Estos pilares se trabajan de manera transversal en aula y con metodologías activas.
¿Qué se hace exactamente en el aula? ¿Qué es lo que diferencia nuestro modelo de otros modelos?
Las competencias, saberes y contenidos que ha de adquirir el alumno en cada etapa madurativa están pautadas por la legislación. Nosotros, en el Cole, lo que hacemos es fomentar el desarrollo de estas competencias en relación con nuestros cinco pilares, y lo hacemos con metodologías activas. Estas metodologías (formas de trabajar) fomentan la participación de los estudiantes, su autonomía y el respeto a su desarrollo personal. Además, dentro de nuestra autonomía de centro, incorporamos una serie de programas adicionales que complementan la adquisición de competencias, como por ejemplo el programa de Pensamiento Emocional que trabaja en la dimensión socioemocional del alumnado para la mejora del aprendizaje, la materia de Emprendimiento y Liderazgo, las experiencias internacionales o las actividades relacionadas con la Responsabilidad.
En este mismo sentido, en nuestro sistema de trabajo el libro de texto no es el elemento organizador de la programación. Desde nuestros departamentos pedagógicos se diseñan y supervisan las unidades didácticas (situaciones de aprendizaje) y el material educativo propio con el objetivo que el alumnado aprenda con diferentes medios, soportes y fuentes de información actualizadas a través del descubrimiento, la investigación y el aprendizaje cooperativo, dando suma importancia a la atención a la diversidad y al acompañamiento personalizado de los alumnos. En la misma línea del Plan Bolonia, pretendemos que los alumnos aprendan a manejar distintas fuentes de información, tanto textos de origen, como Internet, bases de datos, y que sean capaces de realizar investigaciones, informes y proyectos en equipo, así como presentaciones orales con apoyo digital.
También impulsamos la participación de nuestros estudiantes en programas externos que supongan una experiencia de aprendizaje real y en línea con nuestro modelo. Por ejemplo, en las etapas de Primaria y Secundaria participan en el Proyecto Hazlo Verde o en distintos concursos literarios convocados por el Ayuntamiento de Villanueva de la Cañada. En Secundaria aprenden también gracias a proyectos como Ecology is anytime anywhere, un proyecto Erasmus para trabajar globalmente los 5 pilares; Space Academy, The Challenge para trabajar los ODS o Investiga I+D+i. En Bachillerato lo hacen a través de su participación en el Modelo de Parlamento Europeo o con el intercambio de cartas navideñas con un colegio en China.
¿Y qué son exactamente las metodologías activas?
Según el Ministerio de Educación, las metodologías activas son «aquellos métodos, técnicas y estrategias que utiliza el docente para convertir el proceso de enseñanza en actividades que fomenten la participación activa del estudiante y lleven al aprendizaje. Su meta es el desarrollo de personas reflexivas y autónomas».
En nuestros Coles implementamos muchas de ellas, os contamos algunas:
- Trabajo por espacios. Esta metodología es referente en la etapa de Infantil. Los espacios se diseñan y organizan para que los niños/as manipulen, potencien su creatividad, experimenten y se relacionen. Cada uno de los espacios permite el uso de recursos materiales y el desarrollo de actividades programadas acorde a los objetivos curriculares y propios de nuestro centro. Esto se hace realidad a través de espacios de aprendizaje como por ejemplo el patio de segundo ciclo de Infantil, un espacio vivo en plena naturaleza, o el Atelier, un espacio pensado para estimular la creatividad y la generación de pensamiento en nuestros alumnos. Este es un lugar donde la exploración, la experimentación y la expresión toman protagonismo. Cada semana, los niños y niñas visitan el Atelier, sumergiéndose en experiencias que despiertan su curiosidad, potencian su imaginación y les invitan a descubrir nuevas formas de aprender y crear.
- Aprendizaje basado en proyectos (ABP). Esta metodología se aplica a todas las etapas educativas gracias a la que los alumnos aprenden a través de la realización de proyectos que integran diversas áreas del conocimiento y fomentan el aprendizaje significativo. Este aprendizaje es efectivo en todas las etapas educativas, desde infantil hasta bachillerato, adaptando la complejidad y autonomía de los proyectos a la edad y nivel de desarrollo de los alumnos. Algunos ejemplo de proyectos realizados en las distintas etapas son: Hello doctor o Inventions (Infantil); Navidad en Oz y Zola Fashion Show (Primaria), y Pursuit of happiness o Diario del Holocausto (Secundaria).
- Trabajo cooperativo. Esta metodología también se aplica a todas las etapas. ¿Cómo lo hacemos? Se organiza la clase en pequeños grupos homogéneos o heterogéneos acorde a los objetivos planteados. El trabajo cooperativo tiene una estructura clara, con roles definidos para cada estudiante, interdependencia positiva y participación equitativa, por lo que atiende la diversidad del aula y fomenta competencias clave como la comunicación y la resolución de problemas. Las características de agrupamiento, ayudan, por otro lado, a mejorar la oralidad, la escucha activa y la lectura en colaboración; fortaleciendo la producción escrita y la colaboración en tareas lingüísticas y potenciando el pensamiento crítico, la argumentación y la expresión en equipo. Estos grupos van rotando trimestralmente, trabajando también la relación social y la tolerancia. Utilizamos el trabajo cooperativo, como una estrategia que fortalece el aprendizaje significativo mediante la interacción entre alumnos, potenciando sus habilidades sociales, emocionales y cognitivas. Al colaborar, los estudiantes construyen conocimientos y desarrollan valores como la responsabilidad y la solidaridad.
- Gamificación. Comprende la aplicación de principios y elementos propios del juego en un ambiente de aprendizaje con el propósito de influir en el comportamiento, incrementar la motivación y favorecer la participación de los estudiantes. El trabajo por proyectos que abordamos en Infantil, favorece las actividades de gamificación. Esto implica transformar los procesos educativos en juegos, a través de la incorporación de elementos lúdicos y creando, en esta etapa, un ambiente de aprendizaje personal, autónomo y atractivo. De igual manera favorece la participación de los alumnos y su vinculación emocional con el aprendizaje. La gamificación en primaria y secundaria se implementa a través de desafíos, recompensas y dinámicas lúdicas, fomentando la participación activa, el esfuerzo y la superación de retos, haciendo que el proceso de enseñanza sea más atractivo y significativo. Este enfoque favorece el desarrollo de habilidades cognitivas, sociales y emocionales, adaptándose a diferentes ritmos de aprendizaje y estimulando la creatividad. Además, mejora la concentración y el trabajo en equipo, convirtiendo el aula en un espacio dinámico y enriquecedor. En este sentido, usamos diferentes herramientas digitales para potenciar la gamificación tales como Kahoot y Quizziz con retos de vocabulario; ClassDojo para la gestión de insignias y recompensas, y Wordwall y Genially para la creación de Escape Rooms interactivos, entre otras.
¿Qué beneficios tiene el Modelo para nuestros hijos/as?
Las metodologías activas ponen al alumnado en el centro de su propio aprendizaje y permite atender a la diversidad desde un pano académico y socioemocional. Este protagonismo fomenta su motivación, su curiosidad e investigación, sus habilidades sociales y su espíritu crítico entre otros aspectos. Esto supone el respeto por el ritmo madurativo del alumnado, favoreciendo el desarrollo de estrategias para la resolución de conflictos; e impulsando la colaboración y participación de las familias en el proceso de aprendizaje.
Al cambiar el rol del alumnado (se convierte en protagonista) y del profesorado (pasa a ser un guía), las actividades pasan a ser más flexibles, planteándose desde el centro de interés del estudiante. Esto contribuye a la personalización de contenidos y materiales; potenciando la libertad de movimiento en el aula y también la colaboración en el trabajo en pequeños grupos.
Ante un mundo tan inestable como el actual, esto supone un «entrenamiento» de cara a su futuro laboral (en equipo, por plazos…), fomentando las habilidades socioemocionales para la mejora del bienestar físico y mental, la creatividad para la resolución de problemas y para favorecer su espíritu emprendedor, así como la curiosidad, la investigación y el espíritu crítico.
¡El aprendizaje en el Cole se convierte en una experiencia real!
