A través de la expresión corporal, incluida como asignatura curricular dentro del segundo ciclo de Educación Infantil, se fomenta la creatividad y se amplían las capacidades de comunicación
El Colegio Zola Villafranca, situado en Villanueva de la Cañada, y cerca de Villanueva del Pardillo y Majadahonda, dispone de una Escuela de Danza profesional, dirigida por Esther Racero, y además los estudiantes tienen la asignatura de Danza dentro del currículum desde la etapa de Infantil. Para el colegio es fundamental esta actividad que fomenta la creatividad y las emociones y que está englobada dentro de nuestro pilar “Creatividad, Artes y Emociones”.
Apostamos por la Danza como disciplina que impulsa el crecimiento personal y profesional de nuestros alumnos y alumnas, y por eso se incluye como asignatura curricular desde los 3 años. La danza es un canal de expresión de las emociones del niño, vía de aprendizaje y asimilación con creatividad y espontaneidad del funcionamiento motor.
La danza en infantil recibe el nombre de expresión corporal y es una de las actividades que forma parte de la asignatura de taller psicomotriz, junto a judo o natación y en esta etapa se imparte una vez cada dos semanas. La danza es una disciplina integral que logra conexiones entre el cuerpo y la mente muy beneficiosas para el alumno. El niño que baila conoce su cuerpo, enfrenta la realidad desde otro espacio diferente y se enfrenta a la vida de otra manera con optimismo y libertad.
¿Qué beneficios tiene la expresión corporal en la etapa infantil?
Esther Racero, directora de la Escuela de Danza del Colegio Zola Villafranca, enumera los beneficios de la expresión corporal en alumnos de 3, 4 y 5 años. Una materia que no solo les ayuda a nivel psicomotor, sino también a expresar sus emociones.
- Nos invita a expresarnos a través de la música. Se favorece la escucha activa, la expresión de sentimientos, ideas y representaciones, y la comunicación con el espacio y con los demás
- Liberamos la energía de las emociones atrapadas
- Genera mayor entusiasmo y alegría. Al bailar se liberan endorfinas en nuestro cerebro que generan una sensación de placer y bienestar
- Fomenta la espontaneidad y el desarrollo de la imaginación
- Favorece la aceptación de uno mismo y de las diferencias de los demás
- Mejora la relación con los compañeros. Nos ayuda a ampliar nuestro movimiento y nuestras capacidades de expresión y comunicación
- Mejora los dotes de improvisación y ayuda a perder el miedo escénico
- Desarrolla la creatividad personal y grupal
- Libera sentimientos de todo tipo
Poco a poco, los movimientos que, en un principio, son más descontrolados se van convirtiendo en movimientos ordenados y rítmicos. Y, todo ello, se consigue a través del juego, el movimiento y la expresión libre.