Para abordar el tema de la DANA y sus efectos en casa o en el aula, desde el Departamento de Orientación de los Colegios Zola ofrecemos algunos consejos y sugerencias. Estos pueden adaptarse a la edad y nivel de comprensión de los niños. ¡Esperamos te sirvan de ayuda!
- Explicar de forma sencilla y clara: Para los niños más pequeños, deberemos utilizar un lenguaje que puedan entender. Explica que una DANA es una situación en la que el clima cambia de manera inesperada, causando mucha lluvia en poco tiempo. Puedes compararlo con una gran tormenta, pero enfatizando que, aunque intensa, es temporal y los adultos están ahí para protegerlos.
- Tranquilizar y dar seguridad: Es importante que los niños sientan que están seguros. Diles que las personas a su alrededor (padres, maestros, servicios de emergencia) están preparadas para protegerlos. Remarcar que el hogar y la escuela son lugares seguros ayuda a reducir la ansiedad que puedan sentir.
- Fomentar la expresión de emociones: Pregunta a los niños cómo se sienten y dales espacio para expresar sus emociones sin juzgar. Si se sienten asustados o confundidos, valida sus emociones y explícales que está bien tener estos sentimientos.
- Utilizar recursos visuales y juegos: Para los más pequeños, utiliza imágenes, cuentos o juegos para explicar el tema. Por ejemplo, puedes dibujar una nube de tormenta que, aunque grande, finalmente se disipa. Esto ayuda a que asocien la DANA con algo pasajero y controlable.
- Evitar detalles alarmantes o técnicos: Evita profundizar en detalles complejos o alarmantes. Los niños no necesitan conocer el alcance total de los daños o el lado técnico de los fenómenos meteorológicos; en su lugar, céntrate en aspectos que les transmitan calma y comprensión básica.
- Enseñar medidas de seguridad de manera lúdica: Con los niños más mayores, podremos hablar sobre algunas medidas de seguridad y prevención en caso de lluvias intensas, como por ejemplo qué hacer si ven una zona inundada o cómo es importante escuchar a los adultos en estos momentos. Conviértelo en un aprendizaje sobre la naturaleza y cómo cuidarse, en vez de en una conversación de peligro.
- Crear una rutina de cierre: Termina las conversaciones con un tono positivo, asegurando a los niños que estos eventos no ocurren todos los días y que la naturaleza tiene ciclos que los adultos entienden bien. Podremos terminar con una actividad relajante o un cuento que les ayude a volver a una sensación de normalidad y seguridad.
- Evitar el visionado de telediarios y de cualquier tipo de imagen dura, especialmente en los más pequeños, ya que el impacto que tienen éstas, puede ser realmente duro para ellos generando miedo e incertidumbre. De la misma manera, la exposición recurrente a noticias sobre la dana para los adultos, también puede generar un nivel de angustia elevado, por lo que te recomendamos que lo evites o al menos, lo limites.
Estos consejos pueden ayudar a que los niños comprendan el fenómeno sin generar ansiedad, manteniendo el enfoque en su bienestar emocional y en la resiliencia.