Con la llegada del verano, se abre una oportunidad única para fortalecer el vínculo afectivo con nuestros hijos e hijas. Desde el Colegio Zola queremos compartir algunas claves para aprovechar este tiempo y fomentar un apego seguro, base del bienestar emocional y del desarrollo saludable.
Nuestra compañera Rocío Robles ofreció recientemente una charla educativa en el Colegio Zola Las Rozas, centrada en la importancia del apego seguro y los vínculos afectivos en la infancia. Gracias a su experiencia y claridad, pudimos reflexionar sobre cómo el verano puede ser un momento clave para fortalecer la conexión emocional con nuestros hijos e hijas. A partir de su intervención, hemos extraído y recopilado algunas claves esenciales como recordatorio para todas las familias de nuestra comunidad educativa, con el objetivo de acompañar y cuidar el desarrollo emocional de los más pequeños durante esta etapa tan especial.
¿Por qué es importante el apego?
El apego es el lazo emocional que une al niño con sus figuras de referencia. Un apego seguro proporciona confianza, seguridad y autorregulación emocional.
Claves para fomentar el apego durante el verano:
- Presencia emocional real
Dedicar tiempo sin distracciones, escuchar activamente y compartir juegos o conversaciones sencillas refuerza la conexión. Dejar el móvil al lado un rato y enfocar la atención en nuestros hijos/as.- Durante la charla, Rocío Robles destacó que no se trata solo de no usar el móvil delante de nuestros hijos, sino de hacer un uso consciente y transparente. Es importante que los niños comprendan para qué estamos usando el dispositivo. Podemos decir: “Estoy comprando la comida”, “Estoy leyendo un artículo”, “Estoy mandando un correo del trabajo”. Igualmente valioso es verbalizar cuando lo dejamos a un lado: “Voy a dejar el móvil para escucharte mejor”. Este gesto refuerza la idea de que su presencia y sus palabras son importantes. El móvil, por pequeño que sea, puede generar una gran desconexión si no se gestiona con atención.
- Validación emocional
Nombrar y acompañar las emociones sin juzgar. Frases como: «Veo que estás triste y te entiendo» ayudan a que los niños se sientan comprendidos y entender sus emociones. - Límites con empatía
Poner normas claras con cariño da estructura emocional. Por ejemplo: «Hoy no podemos seguir jugando, pero mañana retomamos.» - Ritualizar momentos cotidianos
Leer un cuento cada noche, dar un paseo diario o tener un rincón de lectura hacen que lo cotidiano se vuelva especial. - Autocuidado del adulto
Si el adulto se cuida, está más disponible emocionalmente. El adulto debe cuidarse y preguntarse: “¿Qué necesito para estar presente?” también es clave para cuidar a sus hijos/as.
Recordemos:
No se trata de hacerlo todo perfecto, sino de reparar cuando fallamos y mostrar disponibilidad emocional. El verano puede convertirse en un tiempo invaluable para sembrar recuerdos y construir vínculos duraderos


