¿Qué pasaría si las aulas no tuvieran paredes? ¿Si las clases se impartieran en contacto con la naturaleza? ¿Si se trabajara en espacios que permitan a los estudiantes aprender desde el juego y la exploración?
En el Colegio Zola Villafranca, en Villanueva de la Cañada, aprovechamos nuestras instalaciones exteriores para impulsar el outdoor learning (enseñanza/aprendizaje fuera) para complementar las actividades de aula.
Los patios, las mesas de la pradera y demás espacios al aire libre se convierten en aliados de nuestra metodología educativa siempre que la actividad lo permite y… ¡el tiempo acompaña!
Desde clases de dibujo inspiradoras, sesiones de mindfulness, talleres de lectura y escritura, actividades relacionadas con los proyectos del curso… En resumen, sesiones que nos permiten interactuar con la fauna y flora locales, fomentan el cuidado de los espacios y nos enseñan a desenvolvernos en el entorno abierto.
¿Qué beneficios tiene la enseñanza al aire libre?
- Permite al alumnado aprender a través de la experimentación, la exploración y la experiencia directa despertando su creatividad.
- Incentivan la capacidad de exploración, el conocimiento y el cuidado de la naturaleza.
- Fomenta la autonomía y el trabajo en equipo.
- El contacto con el aire y el sol fortalece las defensas y aporta sensación de bienestar.
En 3 años de Educación Infantil, aprovechamos la luz del sol para aprender sobre las luces y sombras. Para ello, se utilizan figuras de animales de la sabana africana, dentro del proyecto ‘Los Masai’.
En 5 años, sacamos la clase de matemáticas al patio para jugar a «La caza del mamut» y practicar la suma.
En Primaria y Secundaria, trasladamos la clase de Arts a la pradera o la hora de Pensamiento Emocional al patio.
En clase de inglés el alumnado ha preparado nidos para las aves autóctonas con elementos reciclados. ¡Ha sido una clase muy productiva!