María Lourdes Jiménez es profesora en Jaén y ha sido elegida como la «mejor docente de España en la categoría de Educación Primaria» en los Premios EDUCA ABANCA
«Potenciar la originalidad nos va a permitir descubrir talentos y adaptarnos a los que no llegan y a los que brillan porque si sólo reforzamos aquello que se les da mal, estaremos apagando estrellas»
¿Qué papel juega la creatividad en la educación?
La creatividad y la imaginación siempre deben estar al poder del niño/a y de la escuela. Potenciar la originalidad nos va a permitir descubrir talentos y adaptarnos a los que no llegan y a los que brillan porque si sólo reforzamos aquello que se les da mal, estaremos apagando estrellas. Siempre digo que cada niño/a es el mejor de la clase en algo y nosotros, sus maestros y maestras, debemos buscar ese talento para potenciarlo. Sin tareas que busquen la creatividad difícilmente podremos lograr encontrarlo.
¿Qué pueden /deben hacer las familias para no matar la creatividad de sus hijos y favorecer el aprendizaje?
Dejarles más tiempo libre para aburrirse, ser niños/as e inventar. No organizarle todo el día con excesivas extraescolares, tener más contacto con la naturaleza y evitar el excesivo uso de la tecnología mal suministrada y a edades inapropiadas, sustituyendo esa tecnología por más música, juegos de mesa y actividades físicas. Ir a ver musicales, al teatro o cine está genial como actividad cultural, pero no podemos obsesionarnos con dar a los niños/as cientos de estímulos en todo momento, también deben desarrollar su creatividad desde su propio descubrimiento, con sus iguales.
¿Qué podemos hacer para motivar a nuestros alumnos?
Pensar que todo lo que hagamos es para conseguir dos cosas: motivar a nuestro alumnado consiguiendo que se enamore de su escuela (es suya y no nuestra) y formar personas competentes para la vida real (cargadas no sólo de contenidos teóricos, sino de práctica, valores, destrezas, habilidades y competencias emocionales, afectivas, cognitivas y sociales para enfrentarse a los problemas reales del mundo, vayan o no a la universidad). Si nos marcamos esos dos objetivos, sin duda, no nos queda más opción que innovar, buscar metodologías que se adapten a esos dos objetivos, salir del círculo de confort y despeinar la escuela porque, evidentemente, el libro de texto “solo” no puede lograr nuestras metas.
¿Cuál es el poder de la experimentación?
Arrodillarnos para mirar el mundo desde sus ojos y ver sus necesidades e intereses reales, escucharlos y darles mucho afecto y juego. El estado natural de los niños/as es el juego y el movimiento, no podemos separar la diversión del aprendizaje. Tenemos que dejarles manipular, experimentar e investigar.
Y ¿Qué papel crees que juegan las emociones?
Para mí las emociones son muy importantes, son la conexión entre juego y contenidos. Cuando consigues que un niño/a se emocione estás creando un vínculo afectivo y de aprendizaje muy grande. Recordamos aquello que nos emociona, así que, si logramos que se emocionen en la escuela, les será más fácil recordar lo que queremos enseñarles. Fíjate si me parecen importantes las emociones que tengo un proyecto, “Capas para todos los superhéroes y superheroínas”, que consiste en visitar a niños/as hospitalizados para hacerles magia, malabares y juegos en el hospital.
¿En qué proyectos te encuentras inmersa?
Me gustaría destacar el proyecto de la radio de aula “Otra escuela es posible: la del cambio” donde tenemos secciones muy diversas (el tiempo, deportes, noticias…) y entrevistamos a personas de diferentes profesiones. A partir de la radio surgen otros proyectos relacionados con el cuidado de la naturaleza, la gala de los talentos, el trabajo de primeros auxilios, educación vial, alimentación saludable.
Creo que también podría destacar la escuela de teatro de padres y madres que creé el pasado curso “Los padres también cuentan”.