Uno de los aprendizajes iniciales en las primeras etapas es el conocimiento y reconocimiento de los colores.
Es un aprendizaje asociativo que primero abarca los colores primarios o básicos y que seguidamente, dependiendo de la etapa cognitiva, seguirá con los colores secundarios.
El comienzo del aprendizaje del color está vinculado al conocimiento del mundo que les rodea, en el color que tienen los objetos que el niño reconoce por experiencia propia. Este primer conocimiento es básico para avanzar en los diversos aprendizajes de clasificación y seriación que el niño logrará más adelante.
A medida que, mediante el descubrimiento y las experiencias previas, llegan a conocer y diferenciar tanto los colores primarios como los colores secundarios, se comenzará a potenciar su capacidad creativa y artística.
Algunas de las estrategias metodológicas que pueden favorecer el aprendizaje de los colores son:
– Usar el juego: Diversos juegos como canciones y retahílas son útiles en el conocimiento de los colores primarios. Todo tipo de actividades lúdicas e interactivas y los materiales audiovisuales contribuyen a la construcción del aprendizaje.
–Usar experiencias previas: Incentivar y preguntar al niño cosas como, ¿de qué color ves el cielo? o ¿de qué color son los globos de la fiesta? o ¿de qué color es nuestro coche o la mesa, silla u otros objetos? Se trata de preguntarle por objetos que formen parte del entorno.
–Aprendizaje globalizado: Surge de lo que el niño tiene en su entorno y de lo que conoce y en ningún caso es memorístico ni inducido. Se trata de utilizar como medio de instrucción lo que el niño tiene en su hogar, su habitación o en el colegio. Se trata de conocer los colores conociendo los objetos que “poseen” esos colores.
–Usar materiales multicolor: Con objetos, láminas, cartas y tarjetas. La estimulación visual es clave en el conocimiento de las cosas.
–Interacciones: La profesora, los padres, los amigos y compañeros juegan un rol muy importante. Son ellos los que proveen de experiencias interactivas y colaborativas que ayudan en la construcción del aprendizaje, con los objetos que ven y que tienen a su alcance, promoviendo a través de la interacción la trasmisión del conocimiento.
Por: Nan Bouso, directora de Educación Infantil