«La danza puede ser muy útil para aspectos de la vida cotidiana, como el saber solucionar situaciones y problemas a través de la creatividad»
Sara Cano es ganadora del premio a Mejor coreografía de la XXIII edición 2020 de los premios Max «Por Vengo!». De ecléctica formación, Sara Cano es una bailarina y coreógrafa cuyos estilos abarcan desde la danza contemporánea a la danza española, el folclore y el flamenco. Graduada en Coreografía e Interpretación de Danza Contemporánea por el Conservatorio Superior de Danza María de Ávila de Madrid, es directora de su propia compañía desde 2014. En esta entrevista asevera que no concibe la danza sin emoción y que «con ella se trabaja muy estrechamente con la inteligencia emocional»·
1. ¿Qué ha supuesto para ti ganar los premios Max 2020 como Mejor Coreografía?
Principalmente ha sido una recompensa a nivel creativo y artístico ya que esta pieza es el resultado de dos años muy intensos de trabajo. También supone un reconocimiento a mi trabajo y al de todo mi equipo, ya que un premio como este proporciona prestigio y lo señala como un buen trabajo.
2. El Colegio Zola Villafranca dispone de escuela de danza profesional desde 2010 y además la danza forma parte del currículum académico. ¿Crees que es importante que los niños tengan contacto con la danza desde la escuela?
Creo que es muy importante, ya que considero que la danza proporciona una larga lista de beneficios y de aptitudes para la vida. No solo a nivel físico, como es la mejora de la coordinación, la elasticidad, destreza física, sino también a nivel emocional ya que creo que con ella se trabaja muy estrechamente con la inteligencia emocional y para los niños es mucho más fácil expresar los sentimientos con el movimiento que con la palabra.
Pero principalmente creo que la danza es capaz de desarrollar capacidades y aptitudes que le van a ser muy útiles para su vida adulta, tales como la disciplina, la constancia, la lucha por conseguir lo que uno quiere, el trabajo para conseguir algo o el desarrollo de la creatividad, que puede ser muy útil para aspectos de la vida cotidiana, como el saber solucionar situaciones y problemas a través de la creatividad.
3. Nuestro colegio también cuenta con un programa propio de Pensamiento Emocional. ¿La danza y la emoción van siempre unidas?
Desde mi punto de vista, siempre. No sería capaz de concebir la danza sin emoción.
4. ¿Qué es lo que más te gusta de la danza española y lo que más te gusta de la contemporánea?
De la danza española lo que más me gusta es lo anclada al ritmo que está. Dentro del amplio abanico que abarca, las cuatro vertientes que la comprenden están profundamente ancladas al movimiento agarrado a la base rítmica. Prueba de ello es la riqueza rítmica que ofrece el uso del palillo o del zapato, así como la dinámica corporal que impera en la danza española, con movimientos claros y precisos para con el cuerpo a un tiempo determinado y de una forma determinada. El juego rítmico (hasta el punto de tener compases genuinos, como ocurre en el flamenco), los acentos (la riqueza que ofrece el hecho del salto con acento arriba o abajo, muy usado en folklore), el tiempo, el contratiempo, el juego de dinámicas corporales que caracterizan a la danza española en general, considero que le dan una personalidad muy característica a nuestra danza española.
De la danza contemporánea, lo que más me gusta es el amplio abanico que ofrece a nivel conceptual. La liberación de poder bailar con música o no, la riqueza a la hora de contar con herramientas de improvisación y composición, el poder bailar no solo en el plano vertical sino también horizontal, el poder generar material coreográfico desde una sensación, una idea o un concepto muy claro, sin tener que hacerlo desde la forma, pudiendo crear así un movimiento mucho más genuino y personal.
4. ¿Crees que la danza puede ser una herramienta indispensable en la innovación educativa?
Sí, rotundamente.
5. ¿Qué proyectos tienes en este momento?
Comenzar a mover el espectáculo que acabo de estrenar. A corto plazo, también tengo en mente hacer colaboraciones con otros artistas para crear una pieza conjunta, así como cursos y talleres para alumnado profesional. A medio plazo, seguir investigando en el mundo del folklore para encontrar nuevas ideas para futuros montajes.