Llega el verano, las altas temperaturas por lo tanto hay que protegerse del sol y mantenerse hidratado.
Para combatir la sed, reponer líquidos y mantener nuestro organismo hidratado, lo mejor es beber agua. Debe ser nuestro principal aporte de líquidos. El agua del grifo es la mejor opción en muchos lugares de nuestro país, pero cuando no es así, la alternativa es el agua mineral o el agua de manantial.
También son útiles para hidratarse otros líquidos, bebidas que tienen aportes energéticos o nutricionales:
- Zumos naturales de frutas y verduras
- Sopas y caldos
- Leche o productos lácteos líquidos bajos en grasa, sin azúcar
- Bebidas para deportistas.
Si quieres estar bien hidratado, debes beber el equivalente a 10 vasos de líquidos al día.
Decálogo de la buena hidratación
- Consume líquidos en cada comida, y también entre horas.
- No esperes a tener sensación de sed para beber.
- Bebe principalmente agua: antes que otras bebidas.
- Aumenta el consumo de frutas y verduras: son alimentos muy ricos en agua, que también contribuyen a hidratar el organismo.
- Consume las bebidas a temperatura moderada.
- Vigila a los niños y ancianos de tu entorno: asegúrate de que beben suficiente cantidad de líquido. Los niños necesitan más agua en su organismo, el 65% de su peso total. Además, el mecanismo de la sed no está tan desarrollado como en los adultos. Y jugando y moviéndose, necesitan beber para mantener líquidos en su organismo, especialmente en verano. Según la Fundación Española del Corazón, la causa más habitual de la deshidratación en jóvenes es provocada por el calor y el ejercicio físico.
- Elige las bebidas más adecuadas según la actividad física, el estilo de vida, las circunstancias…
- Bebe más líquidos en ambientes calurosos.
- Bebe más antes, durante y después del ejercicio.
- El consumo de refrescos debe ser moderado, carbonatados o no, endulzados con azúcar o fructosa no son líquidos que haya que consumir a diario para asegurar la hidratación.
- Diversos organismos sanitarios, como la Sociedad Española de Cardiología o la Fundación Española del Corazón alertan de la importancia de mantener una buena hidratación, especialmente durante los días de calor extremo. Las altas temperaturas favorecen la aparición de deshidratación y tienen graves consecuencias sobre nuestra salud.
Por Sandra Peña. Enfermera Colegio Zola Villafranca