-
Para responder a esta pregunta deberíamos primero hacer la siguiente reflexión: ¿cómo aprendemos idiomas?
Para la enseñanza de cualquier idioma siempre debemos tener en cuenta los factores que intervienen en el aprendizaje de una lengua y, por consiguiente, seguir esos pasos.
En el aprendizaje del idioma alemán, en el colegio Zola tenemos en cuenta siempre que el idioma debe enseñarse en un contexto significativo y útil para el niño, de tal manera que despierte su interés.
- Usamos “realia”, es decir, objetos reales o manipulativos para aprender el vocabulario.
- Utilizamos estrategias como TPR (Total Physical Response) que consiste en expresar ideas o palabras con acciones o movimientos.
- Establecemos una rutina diaria para que los estudiantes se sientan cómodos. Por ejemplo: cantar la canción de buenos días, decir el clima, la fecha etc. De esta manera, el niño sabe bien lo que viene a continuación, se siente más confiado y seguro, y, por lo tanto, se refuerza su motivación y recuerda mucho mejor el vocabulario y las estructuras sintácticas.
- Debemos recordar que aprendemos por repetición. Si el profesor de alemán lo primero que hace todas las mañanas es decir “Guten Morgen” los estudiantes lo aprenderán sin ningún esfuerzo porque lo terminan interiorizando.
Una cosa que nunca se debe olvidar en la enseñanza de un idioma es el DAP (Developmentally Appropriate Practices), es decir, siempre usar prácticas que sean apropiadas con el desarrollo del niño. Respetamos estas etapas de desarrollo tanto en Educación Infantil como en Educación Primaria.
Tener conocimiento de cómo los estudiantes aprenden ayuda a planificar y desarrollar los temas y actividades que luego se impartirán en clase. En este sentido, tenemos en cuenta que cada niño aprende de una manera diferente: algunos son muy visuales: aprenden mejor viendo; otros auditivos: retienen mejor los conocimientos cuando los escuchan; y otros cinestésicos, aprenden haciendo. Por eso, en la planificación de una clase incluimos actividades acordes a las necesidades de cada estudiante.
Por: Paqui Menacho y el equipo de profesores de alemán