La muestra “Autorretratos de una Cuarentena”, recoge en imágenes en blanco y negro la experiencia vivida por estudiantes, familias y profesores en esta cuarentena
Toda la comunidad educativa del Colegio Zola Villafranca, situado en el municipio de Villanueva de la Cañada (Madrid), y en especial los estudiantes del Bachillerato de Artes (especialidad Artes Plásticas y Audiovisuales), muestran en cerca de 100 fotografías la experiencia vivida durante el confinamiento. Este trabajo fue propuesto por el Departamento de Humanidades y, en concreto, los profesores de Artes a los 40 días de cuarentena, en uno de los momentos más duros de la actividad docente no presencial.
Las fotografías en blanco y negro muestran instantes robados de la vida cotidiana de alumnos de todas las edades, profesores y familias. El tiempo transcurre, según dejan ver las imágenes, entre clases online, tiempo en familia, la lectura o la música. En todos los casos la fotografía se convierte en una válvula de escape para expresar las emociones de estos alumnos durante el periodo de confinamiento.
El equipo de profesores de Bachillerato de Artes ha realizado la recopilación del material a través de un montaje audiovisual y recuerda que el fomento de la creatividad en la escuela es fundamental para el desarrollo intelectual y emocional de los más jóvenes así como para favorecer la resiliencia y el emprendimiento -ahora tan necesario-. Los profesores califican el trabajo de los alumnos como de “gran sensibilidad y madurez”.
Creatividad en todas las etapas educativas: Atelier en Infantil, espacio Maker en Primaria, Escuela de Danza y Música y Bachillerato de Artes.
El Colegio Zola Villafranca desarrolla un proyecto global de “Creatividad, Arte y Emociones” de manera transversal en todas las etapas (Atelier en Infantil, Espacio Maker en Primaria, Escuela de Música y Danza, y Bachillerato de Artes (especialidad Artes Plásticas y Audiovisuales).
El curso pasado, también se puso en marcha el ‘Atelier de Creatividad, Arte y Emociones’ para la etapa de Infantil, que funciona como un laboratorio donde los niños desarrollan sus ideas y proyectos de investigación a través de lenguajes expresivos. Según explican los promotores de esta iniciativa, “la expresión artística ayuda a los niños a crecer como personas, trabajar la sensibilidad, expresar las emociones, los sentimientos y todo aquello que el niño guarda en su interior”.
El Espacio Maker está dirigido a impulsar el pensamiento divergente de los alumnos a través del fomento de la creatividad. En él se realizarán actividades, como debates, actividades con material no estructurado o poco estructurado…
Además, este Centro cuenta con Bachillerato de Artes (especialidad Artes Plásticas y Audiovisuales), Escuela de Música y Escuela de Danza (con posibilidad de recibir formación en danza dentro de horario lectivo). Asimismo destaca por su fomento de la innovación pedagógica en el aula; su programa de inteligencia emocional en el que fue pionero (se inició hace 10 años), y su aprendizaje de culturas extranjeras a través de la experimentación y el intercambio (inglés/alemán).
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